lunes, 9 de julio de 2012


Tecnología para todos, mitos y realidades de la democratización de las tecnologías de información y comunicación

Prestigio y clase social:

Las modernas economías invitan a la gente a adquirir tecnologías y dispositivos electrónicos si pueden permitírselo. Dentro de los beneficios que más a menudo se resaltan en estos artículos se encuentra su capacidad para facilitar ciertas actividades humanas y, a veces, su condición de herramienta esencial para permitir el desarrollo de las mismas. Existe, a pesar de esto, ciertos opositores que critican la que consideran una extremada dependencia de las personas a estas herramientas y su acelerada sustitución (aspecto en el cual entran en juego, incluso, las condiciones actuales mercado y manejo de recursos); esto se acompaña, además y en muchos casos, de una critica al excesivo valor que las nuevas generaciones les asignan por ser considerado inusual y acaso irracional. Sin negar la validez que pueda tener estas críticas, existen ciertos aportes que puede hacer la Antropología a esta discusión y, especialmente, considerando que es necesario encontrar nuevos interpretaciones al respecto.
Se olvida, a menudo, entre los principales opositores el papel que juega el Prestigio y su asociación con ciertas mercancías y consumos en los mercados actuales. Componentes, por supuesto, cruciales en el análisis del tema propuesto. El prestigio, en este caso, corresponde a percepciones y valoraciones sociales positivas atribuidos a personas o grupos e, incluso, a objetos, y es un principio que sirve en muchas sociedades para establecer el rango y, en las nuestras, la clase social. Cada cultura establece, ciertamente, el conjunto de valores y los ideales a compartir por sus integrantes y aquellos que representan estos valores e ideales son respetados y objeto de reconocimiento o Prestigio. El prestigio juega, así, un papel fundamental en la comprensión de las relaciones entre las personas y en especial en sus intercambios económicos.
El prestigio supone, por otro lado, un grado superior de aprobación, admiración y respeto al cual se hacen acreedores ciertos individuos dentro de una comunidad. Dependen, además, de ciertas estrategias de base cultural empleadas para alcanzar y proteger el poder y la riqueza. (Harris, 1993: 28) Prestigio, Poder y riqueza se encuentran también a menudo vinculados; si bien, no siempre ocurre así. Sin embargo, en las sociedades donde las posesiones y, en especial, su acumulación se interpretan como riqueza, las posesiones se convierten en el indicador del éxito (a veces, incluso, del Poder) y, en ciertos casos, del Prestigio; convirtiéndose estos objetos, bienes o posesiones en símbolos de prestigio.
Los símbolos de prestigio cambian, por supuesto, dependiendo de las creencias culturales y con el paso de las generaciones; existe, sin embargo, moderado acuerdo en cuanto a las ventajas sociales que este aporta: Poder, Placer, Privilegios y la Propiedad sobre bienes exclusivos o suntuarios (que al mimo tiempo se convierten en pruebas simbólicas del rango superior). Algunos de esta son presentadas Bohannan (1992), siguiendo a Van der Elst, 1990, como las “las cuatro pes” o los componentes principales de la desigualdad.  
 
Poder.

El poder para mantenerse necesita reafirmarse periódicamente y en forma constante. El consumo de objetos suntuarios es una de sus principales mecanismo y acciones simbólicas empleadas con estos propósitos. El poder implica, así, aveces desigualdad (Bohannan, 1992)
La relaciones entre Poder y economía se encuentran ampliamente comentadas gracias a teorías como el marxismo y en parte, como resultado de la investigación histórica. Por lo general, existe una idea de los consumidores como sometidos y manipulados por redes de poder. Esto sugiere que sólo las relaciones de poder hegemónicas rigen la distribución de los recursos; sin embargo, el prestigio juega un papel igualmente crucial en los intercambios económicos. Prestigio y poder, incluso, no siempre se corresponden, (existe múltiples ejemplos aportados por la etnografía y la historia, como es el caso clásico de los esquimales y el trágico final de Tiberio, emperador romano del años 14 a 37 A.C.).
Otro error común es considerar que la clase social y el status sólo se consiguen con dinero.  

Tecnologías:

La importancia que tiene las tecnologías de información y comunicación, su influencia y su aparente presencia en todas las clases sociales que conforman nuestra cultura, parece contradecir su reconocimiento como elemento para establecer la desigualdad. Casi todos los productos que el hombre fábrica, sin embargo, se distribuyen sobre la base de dos principios en apariencia contradictorios: el consumo democrático y el poder.
La tecnología de alto valor económico es usada por tal motivo, en nuestra sociedad para mostrar poder adquisitivo y, de esta forma, el prestigio (ocurre así con algunas marcas de  celulares y computadores). Acceder a la tecnología no es, desde luego, suficiente; es necesario también actualizar y adquirir nuevos  accesorios y los conocimientos necesarios para su uso, constantemente. El consumo de tecnología exige, por tal motivo, un alto poder adquisitivo y también el consumo suntuario y tiempo de ocio, aspectos que se vinculan como criterios principales para medir la calidad de vida entre ciertas clases sociales.
Los principios del mercado de tecnologías y comunicación agregan así un nuevo elemento; pues algunas tecnologías, después de poco tiempo, se vuelven obsoletas y, para los consumidores, esto imponen la necesidad de ir remplazándolas y actualizándolas. Marcando, este aspecto, una diferencia importante entre la actual revolución tecnológica y la revolución industrial (siglo XVIII y XIX); privilegiando esta última la innovación en un sentido principalmente utilitario y de rentabilidad establecida en términos de costos y beneficios), mientras con la revolución tecnológica se privilegia la innovación en función de la exclusividad y como manera de producir bienes de prestigio. 

Poder y tecnología:

La tecnología es un medio de interacción y comunicación social de uso común en la actualidad, permitiendo, entre otras cosas, acceder a espacios de socialización a los cuales otros no pueden acceder sin estos dispositivos y no simplemente una herramienta que brinda comodidad y facilidad para realizar ciertas actividades.
La supuesta mundialización y “democratización” del mercado difundida con el lema "tecnología para todos", es sin embargo un panorama de momento utópico para nosotros. Consecuencia de esto los integrantes de una misma clase social tienen a asociarse entre sí de forma exclusiva y poco democrática, al menos en los escenarios donde el uso de tecnologías con altos costos es un requisito de ingreso; ocasionando que esto sus usuarios comparten similar formación educativa, ocupaciones, niveles de ingresos o estilos de vida y, por medio del consumo, gracias a este acceso restringido se consagran relaciones cerradas entre sus miembros.
La profesión y condiciones de la vivienda son, también, componentes de la desigualdad; sin embargo, estos no rompen tan radicalmente con las posibilidades de sociabilidad entre clases. Las personas suelen considerar la profesión, por lo general, como indicador de la clase social y, sin embargo, no siempre las ocupaciones más remuneradas gozan de un mayor prestigio y valoración social. La vivienda, asimismo, es otro importante indicador de la clase social, en especial su ubicación con respecto a la distribución de recursos y los imaginarios sociales del espacio dentro de la ciudad, pero en este caso las fronteras son, a menudo, menos solidas y más fluidas.
La antropología se convierte, así, en una disciplina importante para estudiar las relaciones entre las clases sociales y las tecnologías o dispositivos electrónicos de comunicación.

Bibliografía:

Harris, Marvin. Introducción a la antropología general. Alianza editorial, Bogotá; 2003.
Bohamann, Paul. Para raros, nosotros. Akal Ediciones. Madrid, 1992.  

martes, 3 de julio de 2012


ANTROPOLOGÍA, DERECHO Y CULTURA




Acerca de los autores: La siguiente reflexión reúne la respuesta presentada por dos estudiantes de la ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS  FABIO ANDRÉS LÓPEZ JAIMES y GHERALDYNNE ALEJANDRA HERRERA LEÓN a una pregunta propuesta en clase y a partir de la cual debían establecer los aportes que puede hacer el estudio de la antropología cultural para su actual formación profesional;  conforma, así, una reflexión personal sobre el tema y el resultado de sus consultas en diferentes fuente
OSCAR E. RUEDA PIMIENTO
ANTROPÓLOGO




Resumen: La relación entre antropología y derecho se evidencia en los casos que exigen entender las formas de ver el mundo representadas en las diferentes partes que intervienen en un proceso juridico, circunstancias en la cuales, la antropología aplicada es protagonista a la hora de revisar sentencias o asumir diversos casos en el derecho mediante sus atributos que son: hallarse libre de etnocentrismo y sesgos occidentales, interesarse en sistemas socio culturales holísticos y en los hechos habituales de conducta, logrando que la hora de decidir el entorno no influya negativamente, sino que se aplique la norma de manera adecuada.

Abstract: The relationship between anthropology and law is evident in the cases that we need to understand the ways of seeing the world between the differentparties involved in the process, which applied anthropology is the star at the time ofreview judgments or face several cases in the law through their attributes that are found free of ethnocentrism and biases Western interest in holistic and socio cultural interest in the common facts of behavior, making deciding does not adversely affect the environment, but should apply standard properly.


ANTROPOLOGÍA JURÍDICA
           
1.1.   ¿Qué es antropología?
“Es una ciencia social que estudia al ser humano de una forma integral”[1], es decir desde todos los ámbitos y relaciones del ser humano, buscando integrar el conocimiento de diversas áreas de las ciencias humanas para el estudio de la diversidad cultural; viéndolo siempre desde un perspectiva neutral y buscando las razones de ser de los comportamientos en las diferentes culturas, como forma de lograr su objetivo de estudiar al ser humano de forma integral.

1.2.   ¿Qué es el derecho?
Podríamos definir derecho como:
El orden normativo e institucional de la conducta humana en sociedad inspirado en postulados de justicia, cuya base son las relaciones sociales existentes que determinan su contenido y carácter. En otras palabras, son conductas dirigidas a la observancia de normas que regulan la convivencia social y permiten resolver los conflictos inter-subjetivos[2].

            El derecho es el encargado de regular el comportamiento humano no solo mediante normas sino también mediante ideologías, valores, entre otros aspectos que son los encargados de regular las actuaciones humanas.

1.3.   ¿Qué es la antropología jurídica?

“Es la rama de la antropología que se encarga de estudiar los sistemas normativos de control que tiene cualquier sociedad”[3]. Esta rama es sumamente importante para impartir justicia en lo que se llama en derecho "casos difíciles", según exige la argumentación; el profesor Pedro García Obando dice:
…por la naturaleza misma de lo que significa argumentar, podemos decir, en principio, todo caso jurídico que requiere de la argumentación es ya de por sí un caso difícil, y más todavía si es un caso cuya respuesta parece obvia a simple vista… pero que al examinarse con más cuidado… exige pensar en más razones que aquellas aparentemente disponible[4].
En estos casos el derecho requiere de la participación de otras ciencias y disciplinas, que entren y ayuden con ciertos temas, y -en lo que refiere a la diversidad cultura, esto explica la importancia de antropología. Veamos un ejemplo: 
1. En 1997, las autoridades de la comunidad indígena arhuaca de Colombia (descendientes de los antiguos Tayronas) ordenan la expulsión de su territorio de los miembros de la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia, una confesión de origen cristiano que condena como satánicas los ritos que las autoridades religiosas indígenas defienden como parte esencial de su identidad cultural. El conflicto entre las partes se torna complejo, pues algunos indígenas, como miembros de la Iglesia Pentecostal, exigen la intervención del Estado para proteger la libertad de culto que consideran vulnerada. Así, entran en conflicto la cultura arhuaca, los ritos que hacen, su importancia para ellos y los motivos por los cuales los pentecostales creen que esos ritos son “satánicos”. Aspecto donde el aporte de la antropología resulta importante.
2. Asimismo,, podríamos citar el caso de la Acción de tutela instaurada por Bárbara Escobar de Vargas contra las Autoridades Tradicionales de la comunidad U'WA, de Colombia,[5] donde se enfrenta el derecho a la vida y el de la libertad de culto; o en el caso del aborto[6] donde se reviza la percepción de los colombianos al respecto y la de otras culturas, antes de impartir un fallo. 
3. Lejos del campo de lo étnico, es paradigmático el caso Acción de tutela instaurada contra el Bar Discoteca PANDEMO por una prostituta[7]  exigiendo que se le reconozca que tenía un contrato de trabajo y donde fue necesario acudir a la presentación de diversas culturas, entre esas la islámica y europeas, como sustento de la argumentación.

 Por lo tanto la relación entre derecho y antropología se evidencia en los casos difíciles, incluso cuando se está preguntando a los testigos, ya que se podría utilizar como fundamente en la formulación de preguntas o en el uso de ciertas técnicas de investigación como la historia de vida.

1.      ANTROPOLOGÍA APLICADA Y DERECHO

También podemos apreciar que las características de la antropología aplicada tiene una relación estrecha con el derecho y estas son: se halla libre de etnocentrismo y sesgos occidentales, se interesa en sistemas socio culturales holísticos y se interesa en los hechos habituales de conducta.
La primera característica  es una de las más importantes en las decisiones de un juez, porque él debe apartarse de todo aquello en el que pueda influenciar en el momento de fallar en un caso y especialmente, como ya lo había dicho antes, en lo que se llama casos difíciles. Fue este el motivo por el cual la corte suprema de justicia “tumbo” una decisión en la que se condenaba a prisión y se les culpaba de homicidio a 2 jóvenes por ser “miembros de una secta satánica” a la cual supuestamente pertenecía el perpetrador del homicidio, en esta providencia que no recordamos el número de identificación la corte le recuerda a los jueces que ellos deben fallar de acuerdo a la ley y no se deben dejar llevar por estas influencias de religión y demás. 
Respeto al interés por sistemas socio-culturales holísticos, vale la pena retomo sentencias de la corte constitucional como la de los Uwa (T-030/00), aborto (C-355/06) y la de la prostituta (T-629/10) en las cuales se ve necesario mirar otros sistemas sociosculturales para entender el comportamiento más allá de las particularidades del caso y el resultado de las sentencias a corto y largo plazo; algo que los abogados llamamos derecho comparado y que ayuda esclarecer el porqué de ciertos actos y comportamientos de las personas frente a estos temas.
Ciertamente, y en las conductas como las manifestadas en los casos difíciles, tenemos que mirar el comportamiento habitual de las personas sobre estos temas, ya que en ultimas es el pueblo el constituyente primario y como reza un dicho "la voz del pueblo es la voz de Dios"; pero el problema es que jugamos a una doble moral en todo esto. Aspecto que exige interesarse en los hechos habituales de conducta cultural.

Conclusión: Como podemos ver la relación entre la antropología aplicada y el derecho es muy estrecha, ya que con la fusión de estas podemos solucionar aquellos conflictos que requieren mayor argumentación (ejemplo existe en algunas de las sentencias de la corte constitucional), y que al momento de tomar decisiones garantizar que estas sean libres de etnocentrismo y con una perspectiva neutra, características de la antropología aplicada que son también necesarias en el derecho.


BIBLIOGRAFÍA

Sentencia Comunidad UWA, T-030 (Sala Plena de la Corte Constitucional 26 de Enero de 2006).
Sentencia de Aborto, C-355 (Sala Plena de la Corte Constitucional 10 de Mayo de 2006).
Sentencia de Lais, T-629 (Sala Tercera de Revisión de la Corte Constitucional 13 de Agosto de 2010).
GARCÍA OBANDO, P. A. (2012). Los Casos Dificiles en el Derecho: Tres Argumentos. Universidad Santo Tomás, Santander, Bucaramanga.
www.wikipedia.com. (s.f.). Recuperado el 03 de Mayo de 2010, de http://es.wikipedia.org/wiki/Antropolog%C3%ADa, 1. (s.f.).
www.wikipedia.com. (s.f.). Recuperado el 03 de Mayo de 2010, de http://es.wikipedia.org/wiki/Derecho. (s.f.).
www.wikipedia.com. (s.f.). Recuperado el 03 de Mayo de 2010, de http://es.wikipedia.org/wiki/Antropolog%C3%ADa_jur%C3%ADdica
                                                  



[1]http://es.wikipedia.org/wiki/Antropolog%C3%ADa, 1. (s.f.).
[2]http://es.wikipedia.org/wiki/Derecho. (s.f.).
[3] http://es.wikipedia.org/wiki/Antropolog%C3%ADa_jur%C3%ADdica
[4]GARCÍA OBANDO, Pedro Antonio. Los Casos Dificiles en el Derecho: Tres Argumentos. Manuscrito no publicado.
[5]Colombia, Corte constitucional, Sala de Revisión de Tutela, Sentencia T-030/00. Expediente T-244330. Magistrado Sustanciador FABIO MORON DIAZ. Acción de tutela instaurada por Bárbara Escobar de Vargas contra las Autoridades Tradicionales de la comunidad U'WA.
[6]Colombia, Corte constitucional, Sala Plena, Sentencia  C-355/06. Expedientes D- 6122, 6123 y 6124. Magistrados Sustanciadores JAIME ARAÚJO RENTERÍA y CLARA INÉS VARGAS  HERNANDEZ Acción de Inconstitucionalidad instaurada porMónica del Pilar Roa López, Pablo Jaramillo Valencia, Marcela Abadía Cubillos, Juana Dávila Sáenz y Laura Porras Santillana.
[7]Colombia, Corte constitucional, Sala de Revisión de Tutela, Sentencia T-629/10. Expediente T-2384611. Magistrado Sustanciador JUAN CARLOS HENAO PÉREZ. Acción de tutela instaurada LAIS contra el Bar Discoteca PANDEMO.

Ingeniería civil, entre la ciudad real y la ciudad imaginada

“La ciudad es a la vez un lugar
para vivir y un lugar
para pensar“
                                          Métraux

La ingeniería civil se ocupa de la organización, transformación y, en definitiva, de la aproximación entre la ciudad real y la imaginada. La ciudad es, por su parte, el habitad donde vive en la actualidad gran parte de la población humana en el mundo. Específicamente diríamos entonces que a los ingenieros civiles les preocupa el hábitat humano. Por supuesto, la ingeniería civil tiene una responsabilidad puntual (y que no puede evadir), ésta es el diseño y construcción de las viviendas, redes de carreteras, vías férreas, puentes y túneles, etc., escenarios donde se desarrollarán actividades vitales del hombre y donde los seres humanos establecen relaciones entre sí. Sin embargo, no puede olvidar que estos escenarios forman parte de una construcción cultural y una manera de representar nuestra identidad; motivo por el cual es vital trabajar de la mano con aquellas disciplinas que estudian al hombre y sus relaciones con el espacio.
La antropología, por su parte, se centra en el estudio del comportamiento humano y su obra en todo el proceso de desarrollo de la humanidad. Es así, como esta profesión está estrictamente ligada a la relación con las personas y esencialmente con los estilos de vida que se adoptan en las diferentes culturas. Para la antropología los seres humanos construyen el espacio usando criterios funcionales o de uso, y también simbólicos, dando como resultado una expresión de su territorialidad. Para la antropología, entonces, el espacio es considerado como el resultado y la proyección de un conjunto de factores sociales, culturales, económicos, materiales, perceptivos, cognitivos, conductivos, simbólicos, ideológicos, etc.
El habitad humano puede ser considerado, entonces, como el punto de encuentro entre la ingeniería civil y antropología. Ambas disciplinas comparte, además, una preocupación por el espacio. Para el ingeniero civil, por ejemplo, el espacio es un lugar donde acomodar sus diseños y adaptarlos en un determinado conjunto de necesidades para así lograr que las personas se sientan conformes y estéticamente seducidas; sin embargo, para conseguir esto es importante considerar la diversidad de culturas que existen a veces en una sociedad y, según esto, concebir y caracterizar los proyectos. Actualmente, por desgracia, las viviendas se diseñan y construyen en términos de costos y metros cuadrados y sin tener en cuenta, muchas veces, a las personas que van a vivir allí. Es por ésta razón que resulta de gran importancia comprender que no se puede lograr una buena obra de ingeniería civil sin primero estudiar la cultura, ya que la cultura es la clave para lograr diseños que satisfagan las necesidades reales de los habitantes. Amos Rapoport (2003) comenta al respecto de la Arquitectura lo siguiente:

“La arquitectura no es una libre actividad artística, sino una profesión basada en la ciencia y encaminada a la solución de problemas. Estos problemas, además, han de ser descubiertos e identificados Esto significa que los productos de tal diseño deben basarse en la comprensión de las cualidades humanas, ajustarse a las mismas y prestarles apoyo… Entonces el diseño debe basarse en el Conocimiento de las formas de interacción de las personas y los entornos, en el estudio de las relaciones entre el entorno y el comportamiento humano” (Rapoport, 2003:7)

Cada obra representa, así, la cultura típica del lugar donde se construye. Condición que establece una relación entre la ingeniería civil y la antropología,una relación incluso necesaria e ineludible; de manera que es importante para los ingenieros tener herramientas que les permiten estudiar el comportamiento humano en relación a la cultura y el entorno. Solo así, puede pensar el diseño arquitectónico como obra para una cultura particular e inmerso en los mundos de significado que estudia la antropología social; y esto resulta tan trascendente que si una obra carece de significado para la sociedad puede que realmente no satisfaga las necesidades de las personas, lo cual constituye la razón primordial de la obra arquitectónica y civil.

Existen muchos ejemplos al respecto que muestran esta de la relación estrecha entre cultura y habitad urbano. Los rascacielos de New York son imponentes y son concebidos para la cultura que tienen los habitantes de esa ciudad; los trenes y la alta tecnología japoneses son también concebidos para mostrar lo que tecnológicamente y culturalmente son allá. Es totalmente diferente, asimismo, concebir un espacio de entretenimiento para un norteamericano que para un indígena, en donde tienen diversiones completamente distintas. El ingeniero civil debe indagar, entonces, sobre la cultura para la cual trabaja y así, poder obtener una visión libre de etnocentrismos del entorno socio cultural en el cual se encuentra, y crear con ello un diseño confortable para el cliente al que esté atendiendo; debe, así, dejar a un lado lo que piensa que está bien y tener una visión de lo que es importante para la cultura desde la compresión de sus necesidades.

La relación entre la ingeniería civil y la antropología se basa entonces, en que las dos disciplinas buscan entender las relaciones que existen entre los seres humanos y el hábitat y comprender, explorar, analizar y satisfacer sus necesidades. La antropología busca y estudia a las culturas y la ingeniería civil busca desarrollar métodos alternativos e innovadores, en  proyectos de ingeniería que influyen en las culturas que se benefician de sus proyectos. Además, como en la antropología, la ingeniería civil necesita reconocer la diversidad cultural y así acomodar sus obra a todos los parámetros culturales, para desarrollar algo atractivo, innovador y de excelente calidad; esto le exige, al igual que a un antropólogo, conocer la cultura mediante la investigación y el muestreo del terreno y convivencia con la población.

La antropología aplicada (subdisciplina de la antropología) tiene, en especial, varios aportes para la formación de ingenieros civiles. Sus atributos distintivos son los siguientes:
·         Se halla relativamente libre del etnocentrismo y los sesgos occidentales; es decir, de de creer que sus pautas culturales son superiores y preferibles ante las demás.
·         Se interesa por sistemas socioculturales holísticos.
·         Se interesa por los hechos habituales de conducta etic como los aspectos emic de la vida mental



Los ingenieros con la ayuda de la antropología pueden observar e interpretar las pautas culturales que tienen sentido para la gente, de forma que su obra o construcciones se adapte no solo a la demanda de las constructoras o al mercado, sino al deseo individual o colectivo (ineludible para la realización de las mismas). Esto considerando que, indudablemente, para conocer más sobre las personas para las cuales se trabaja construyendo o diseñando una obra es necesario primero dejar de lado nuestra forma de pensar y creencias, ya que muchas veces nos enfrentaremos a otras visiones acerca de lo que es calidad de vida, bienestar y lujo. Por lo cual necesitamos entender y conocer mejor una cultura desde su punto de vista; y esto significa dejar de lado el etnocentrismo que es tan común en todos nosotros. Marvín Harris (2003) afirma al respecto lo siguiente:
“El antropólogo aplicado puede ser útil a las organizaciones patrocinadoras revelando las asunciones etnocéntricas, ligadas a la propia cultura, que suelen caracterizar los contactos entre cultura e impiden a los programas de cambio dirigido conseguir los objetivos.” (Harris, 2003: 665)

La visión holística por su parte, exige como tal ser consciente de los efectos que nuestras acciones tienen y de  los cambios que van a ocasionar en las formas de vida de una comunidad, tanto en el corto como en el largo plazo, también de lo distante y de lo cercano a nosotros, y de las relaciones que existe entre los diferentes elementos o dimensiones que conforman una cultura. (Harris, 2003) Sin estas perspectivas hasta el proyecto aparentemente más bien intencionado y sencillo puedo terminar en desastre. Situción que compromete a los ingenieros civiles con la responsabilidad de observar y establecer el impacto ya sea ambiental o social de la obra como si formara parte de un todo integrado, es decir desde una perspectiva holística. Pues toda obra humana representa cierto impacto o riesgo ambiental y social; impacto el cual, muchas veces, no se tiene en cuenta, ya que simplemente se está considerando aspectos a corto plazo y de forma no sistémica, tales como el costo de la obra. Esto se puede ilustra con las siguientes objeciones que las comunidades indígenas formularon en el Cerrejón (durante el foro donde se discutía la realización de la desviación del río Ranchería en La Guajira, fuente principal para algunas aldeas Wayuu), para nosotros ésta situación evidencia como, muchas veces, la perspectiva holística no se tienen en cuenta por las grandes empresas. En una carta escrita por los Wayuu al presidente Santos estos le preguntaron:
“¿Por qué cambiaríamos nuestro único río a cambio de regalías? Si todo permanecerá Igual ¿Por qué nos quieren compensar?”

Ciertamente, para cualquier empresa, labor y profesión es importante, además, tener esa doble visión emic y etic (interna y externa) que defiende la antropología aplicada, y así llegar a cumplir con éxito las expectativas de los clientes. La visión propia de la empresa, de lo que quiere, lo que busca. Y también, la visión global del mundo, de esas personas a las que se les ofrece algo. Como arquitectos o ingenieros es importante conocer las culturas y su visión del mundo, los retos que nos plantea y sus necesidades. Umberto Eco (2011) en La estructura ausente ha perfilado de manera inmejorable la figura del arquitecto en el contexto de la cultura y ha configurado una reflexión que da un adecuado remate a estas consideraciones.

“El arquitecto se ve obligado continuamente a ser algo distinto para construir. Ha de convertirse en sociólogo, político, psicólogo, antropólogo, semítico... Y la situación no cambia si lo hace trabajando en equipo, es decir, haciendo   trabajar con sociólogos, antropólogos, políticos, semióticos (de una manera más adecuada). Obligado a descubrir formas que constituyan sistemas de exigencias sobre las cuales no tiene poder; obligado a articular un lenguaje, la arquitectura, que siempre ha de decir algo distinto de su misma (lo que no sucede en la lengua verbal, que ha nivel estético puede hablar de sus propias formas (…), el arquitecto está condenado, por la misma naturaleza de su trabajo, a ser con toda seguridad la única y última figura humanística de la sociedad contemporánea; obligado a pensar la totalidad precisamente en la medida en que es un técnico sectorial, especializado, dedicado a operaciones específicas y no a hacer declaraciones metafísicas.” (Eco, 12011:334)

Bibliografía:

Harris, Marvín. (2003)“¿Qué tienen los antropólogos aplicados para ofrecer?”. En: Introducción a la antropología general. Págs. 665 -667

Rapoport, Amos. (2003) Cultura, arquitectura y diseño. Ediciones UPC. Barcelona, España

Eco, Umberto (2011) La estructura ausente. Random House Mondadori. Barcelona España