viernes, 10 de mayo de 2013



Género, Matrimonio y Familia


Nota aclaratoria: El trabajo que se presenta a continuación es resultado de una experiencia de investigación formativa propuesta a los estudiantes del grupo de Antropología social y culturas del semestre 2012-2, fue realizado por los estudiantes, y su objetivo era ofrecer alternativas que les permitirán experimentar con las técnicas de investigación etnográfica como la historia de vida y método genealógico. Es autoría de la estudiante DIANA MARCELA MAHECHA SILVA.



Introducción:

Con este trabajo se quiere dar a conocer las experiencias de vida de diferentes mujeres y sus relatos en torno a temas de su vida afectiva, como el amor, el matrimonio, el divorcio y la  separación.
El interés por estos temas surgió como resultado de las conclusiones obtenidas gracias a la elaboración del genograma familiar y su análisis, encontrando que en éste se representaban un número considerable de disoluciones del vínculo matrimonial en la generación 1 establecida en relación a ego.
En la investigación se emplearon técnicas como entrevista, el método genealógico y en especial, la historia de vida, su análisis y transcripción, con el interés de conocer las circunstancias que condujeron a la disolución matrimonial y sus resultados.
El procedimiento utilizado en esta investigación fue el inductivo-deductivo; es decir, con las observaciones del genograma se elaboró un análisis de la situación familiar y se intentó establecer posteriormente el sentido de las prácticas observadas, tarea en la cual fue muy útil el análisis de los relatos aportados por los informantes.


Presentación de las historias de vida:



DOÑA OLGA

Me case porque estaba enamorada a la edad de 19 años, en ese tiempo aún se quería tal y como eran las personas no como ahora que muchas veces lo hacen por cumplimiento o por ambición.
Dure 4 años de noviazgo, después me case y me fui a vivir a Sogamoso (Boyacá), con mis suegros, la convivencia fue un poco difícil, y mi esposo empezó a serme infiel y durante muchos años Y mis suegros le alcahuetearon muchas cosas a mi esposo, para él me fui convirtiendo no en su esposa sino en su empleada.
Mas mi vida en esta ciudad fue tormentosa, tuve que tener paciencia y fortaleza para seguir adelante junto con mis hijas. Además de por circunstancias de la vida me toco trasladarme a Bucaramanga durante un tiempo, después volví a Sogamoso pero la convivencia con mi esposo era peor cada día. Así que decidí regresarme a Bucaramanga dure un año y púes así fue la vida de casada. Y en este momento aún sigo dependiendo de él económicamente ya que no tuve la posibilidad de seguir con una carrera porque él no me lo permitió.
 Durante mi crecimiento, en ese tiempo, mi familia me inculcó que una mujer es esposa y madre, nada más; de manera que es difícil volver a ver el amor como yo creí que era.



DOÑA RUTH

Yo me case a los 27 años, mi noviazgo transcurrió durante la adolescencia y en la etapa estudiantil y esta a su vez, fue hermosa llena de alegría, felicidad y mucho amor. Compartí todo con  mi  novio en el sentido correcto. A pesar que teníamos corta edad la responsabilidad era un valor muy inculcado en mi familia y la de él, al igual que el respeto, la confianza y bastante amor entre nosotros.
Nuestra relación de noviazgo duró 5 años, decidimos casarnos en mutuo acuerdo, fue un entrega en todos los aspectos de nuestras vidas, como decían antes nos convertimos en uno solo; me sentía la mujer más feliz del mundo, me sentía realizada y plena como mujer.
El amor entre nosotros creció mucho porque la convivencia era armoniosa, estable y la entrega era total. Trabajábamos los dos, yo no tenía la necesidad de hacerlo pero no quería quedarme en la pieza para estar sola. Hablamos sobre tener hijos y decidimos esperar un tiempo para convivir los dos solos y disfrutar de ella al máximo (dejo claro que nunca en nuestra relación hubo maltrato ni físico, ni verbal).
Trascurrió año y medio, y decidimos tener hijos, yo me crie con buenos principios y costumbres, por ello la confianza hacia mi esposo era total y le hacía caso en todo debido a mi ingenuidad; él no me permitió planificar porque disque él lo estaba haciendo. Así que después de lo acordado intente quedar embarazada pero mis esfuerzos eran inútiles, decidí ir al médico. Él me mando a hacerme una serie de exámenes, pero todos salían bien. Así que hable con mi esposo para que fuera al médico y reaccionó de una manera que jamás había visto, desde ese momento empezó a tener otro tipo de actitudes como beber, y en algunas noches lo sentí llorar, todo cambio de la noche a la mañana. Le insistí mucho para que se  sacara los exámenes, hasta que un día tomo la decisión de practicárselos, el resultado era algo que no nos esperábamos, no podía tener hijos y debía someterse a un tratamiento para poder engendrar.
Pero él empezó a decaer; trate de ayudarlo pero no quiso y tampoco lo podía obligar. Lo que paso después era algo que nunca me lo espere. La infidelidad no paso por mi cabeza ya que el amor entre nosotros era de lo mejor.
Mi esposo me fue infiel y al poco tiempo se fue a vivir con ella, él por la influencia de ella se sometió al tratamiento, y trascurrido unos meses me enteré del embarazo de ella. Ahora me considero feliz; llevo 20 años de separada más no soy divorciada, tengo mi vida moral y espiritual llena de Dios, y me dedico al hogar. En algunas ocasiones asisto a centros de asistencia y ayudo a los enfermos,  para mi es algo muy valioso y me produce mucha satisfacción además de tener en mi interior paz.
Pienso que la crianza de mis padres fue buena pero que la verdad no me ayudo en la vida de casada, porque tuve que pasar por mucho; además de no poder progresar debido a que mi esposo no me permitió seguir con mis estudios.



DOÑA VILMA

Encontré a la persona con la cual me case a la edad de 17 años, él vendía turrones con su nona en el parque, vivía al frente de mi casa y nos volvimos novios; pero al poco tiempo tuvo que viajar a Bogotá en busca de nuevos horizontes. Consiguió empleo como trabajador en un taller de mecánica automotriz y nuestra comunicación era por medio de cartas, en esta situación duramos un año y luego, tomamos la decisión de casarnos.
Yo me encontraba muy enamorada y el matrimonio fue el 7 de enero de 1984. Viaje a Bogotá para formar mi nueva familia y al poco tiempo quede embarazada de mi primera hija; después de esto empecé a ver en mi esposo un cambio en su actitud, bebía demasiado y me empezó a faltar al respeto. Luego de un lapso  tuve a mi segundo hijo. Con el pasar de los años la convivencia era peor ya que él me maltrataba y no solo a mi sino a mis hijos; debido a esto tuve un problema en un oído y estoy con la escucha demasiado afectada, mis hijos crecieron son profesionales y me ayudan en lo caben sus posibilidades.
Un día tuve el valor de dejar a mi esposo y ya llevo 2 años de separada. Él durante casi todo el matrimonio me fue infiel y ahora vive con una de sus amantes, a veces va a la casa y nos visita, pero solo es porque necesita un favor.
Para mí fue algo muy triste porque no pude salir adelante ya que me criaron con valores (de esos todos arcaicos). No como ahora: sin compromiso ni nada. Tenía que ser como la sirvienta, y pues con los hijos uno queda atado a la otra persona, debido pasar tanto tiempo para yo tomar la decisión de dejarlo, es un sentimiento feo pero hasta ahora no me ha faltado nada debido a la colaboración de mis hijos. Siempre quise seguí adelante sola y no depender da nada, ahora lo comprendo ya cuando es tarde.




Cuadro comparativo: HISTORIAS DE  VIDA





OLGA



RUTH



VILMA
¿Por qué toma la decisión de casarse?
Porque estaba enamorada





Porque pensé en encontrar a la persona ideal, y estaba enamorada. (no fue por embarazo)
Porque estaba enamorada
¿Cuánto dura su noviazgo?

4 años



5 años

1 año
¿A qué edad se casaron?

19 años


27 años

19 años
Motivo por el cual se siguió con el matrimonio
Por mis hijas



El amor
Por mis hijos
Motivos de la separación
Por mujeriego e irresponsable

Por infiel
Por infiel
¿Durante su crecimiento, es notable que lo inculcado acerca
del rol de la mujer en el matrimonio fue equivoco?

Sí, porque en la época de crianza todo era diferente, ya que me inculcaron que una mujer solo era madre y esposa.
Claro, ya que la verdad pensé que un matrimonio era diferente, sin infidelidad ni nada de eso.
Por supuesto, mis padres tenían otros pensamientos, y yo asumí los de ello aunque pienso que fue un error.




Conclusiones:


Como resultado de los análisis y gracias a los relatos de las 3 mujeres, se puede deducir que el grupo generacional y contexto histórico influye en los imaginarios a cerca del matrimonio, noviazgo, amor y proyectos de vida; así como en la toma de decisiones frente a diversas situaciones de la vida afectiva. Esto es claro en muchas de las dificultades compartidas por las tres mujeres en el momento de tomar la decisión de divorciarse y también, tras la disolución del vínculo matrimonia; si bien estas se manifiestan en forma diferente, como en el caso de doña Olga, doña Vilma, y doña Ruth (muchas veces marcadas por la infidelidad masculina y el machismo de la sociedad, es decir que el deber de una mujer es ser madre y esposa).
Sucede también, que los hijos representaron para algunas de ellas la principal motivación para seguir con la relación y evitar el divorcio, este es el casos de doña Olga y doña Vilma; a diferencia de doña Ruth (quien no tuvo hijos con su esposo y dejo la relación después 4 de casada). Sin embargo, esto no significa que la decisión de separarse fuera fácil para ninguna de las tres mujeres, debido en especial a que socialmente se veía mal una separación y a que se consideraba que las mujeres debían someterse al régimen de sus esposos, sea el que fuese.
La infidelidad estuvo en casi todos los casos presente desde los primeros años del matrimonio y sin embargo, el miedo a terminar económicamente desamparadas, a causa de la ausencia de otras redes de apoyo, y la conciencia del compromiso asumido con el matrimonio, son según sus relatos las principales motivos para mantener estas relaciones, incluso soportando diferentes formas de maltrato.
Por lo demás, existen un concepto de amor y los compromisos asumidos con el matrimonio, diferentes para cada una de ellas, pero su constante es que debían permanecer sujetas o sometidas a sus compañeros; pensamientos que para algunas de ellas contrasta con el que se manifiesta mayoritariamente las nuevas generaciones.
Ahora bien, aunque en la actualidad todas estas mujeres se encuentras separadas de sus esposos, es interesante que ninguna de las parejas de estos matrimonios hubiera tenido un proceso de divorcio como tal y que tampoco exista al parecer la intención de legalizar esta situación. Todo lo cual, puede tener relación con su concepto de amor y consideraciones acerca del matrimonio.
Madres y esposas muchas de ellas se casaron a temprana edad, para luego conformar una familia y hogar. Confirma su ideal de convertir estos roles en un proyecto de vida el hecho de que muchas no tiene estudios profesionales e incluso no termina sus niveles básicos de estudio (primaria y secundaria); situación que tiene importancia al tomar la decisión de disolver el vínculo matrimonial, debido a que el hombre se consideraba el sustento de la familia y el de sus hijos.
Las infidelidades de sus parejas y el maltrato al que muchas fueron sometidas (motivo de la disolución del matrimonio) son por último, una manifestación de que los roles masculino y femenino no son simplemente diferente sino condición de una relación de desigualdad entre los géneros.

Fin