domingo, 19 de julio de 2015


Por qué Vegueta nunca logró vencer a Goku. Un elogio a los maestros

Por Oscar Eduardo Rueda Pimiento. MG. en Pedagogía
Docente en el departamento de formación Humanística
UPB- Bucaramanga


“¿A qué mapas laborales responde, y qué futuro proyecta para el país, la educación hoy  -desde la primaria a la universitaria- si la investigación científica y la innovación tecnológica no hacen parte de lo que los jóvenes tienen por, y valoran como, cultural?”
       Jesús Martín-Barbero. En: Colombia: ausencia de relato y desubicaciones de lo nacional                                                                                                                                   


Francisco Cajio suele afirmar en sus conferencias que un buen profesor es aquel que es capaz de enseñarnos algo acerca de algo. Esta fórmula resulta bastante correcta si repasamos la historia de nuestras escuelas desde sus orígenes hasta hoy. Con todo, existen otros elementos en esta ecuación que se suman como resultado de una nueva concepción de la educación en lo que la antropóloga Margaret Mead considera las sociedades configurativas (donde los jóvenes se educan entre ellos) y prefigurativas (donde son los jóvenes quienes empiezan a educar a los adultos) (Feixa, 2012). Circunstancias que en conjunto exigen a los maestros anticiparse a estos cambios y adaptarse a una realidad en la cual: Primero, los nuevos conocimiento se vuelven obsoletos muy pronto y se multiplican exponencialmente; segundo, los descubrimiento científicos y su acelerado avance plantean serios dilemas éticos; y tercero, educar es responder a nuevas preocupaciones como sucede con la desigualdad social y problemas de sustentabilidad ambiental, entre otros.
Es más, estos cambios se reflejan en aspectos cotidianos dentro del aula de clases y exigen a nuestros maestro acostumbrarse a un nuevo modelo de estudiante; por un lado, necesitado de grandes dosis de motivación para aprender, es decir, más tendente a las acción y poco a la reflexión, más familiarizado con las imágenes y textos multimediales que con la lectura y razonamientos lógicos. Aspectos que imponen a los profesores asumir funciones y desempeñar roles tradicionalmente menospreciados en la concepción moderna de nuestras escuelas como tener personalidad afable, sentido del humor, etc.
Adicionalmente, las condiciones actuales de trabajo en muchas instituciones educativas se alejan bastante de ser las adecuadas. El estándar de contratación supone a los maestros asumir compromisos académicos en condiciones de trabajo que favorecen la improvisación y menor disponibilidad en el tiempo de dedicación a sus cátedras, aspecto que desconocen los compromisos académicos que un maestro asume fuera del aula de clases. Al respecto, y si existen dudas acerca de cuán importante es el tiempo que el maestro dedica a sus cátedras, consideren si se debería permitir a un cirujano ingresar a tratar a un paciente sin estar preparado para esto. Ciertamente, se pueden considerar que esta comparación no es justa, que un cirujano puede matar o mutilar trágicamente a un paciente, pero un mal profesor puede hacer algo peor: puede mutilar el amor por una disciplina y matar toda pasión por el saber. Aquellos que se dedican a enseñar podrían fácilmente evaluar la magnitud de este acto.
Sin duda, existe un consenso casi generalizado sobre la importancia de la educación. Sobre este punto, el siguiente comentario puede ser muy ilustrativo. En un artículo publicado por la revista semana en la sección de Finanzas personales se hizo una recopilación de las enseñanzas de vida que dejó la serie animada “Dragonball”, entre estas lecciones se menciona la siguiente:
“El maestro Roshi fue el mentor de Goku y Crillin quienes, sin su asesoría, quizá no hubieran alcanzado las habilidades que lograron gracias al entrenamiento.
Los profesores se convierten en personas que dan guías para afrontar batallas y luchas que, muy seguramente, ellos ya vivieron.”


Los maestros pueden generar grandes cambios


El maestro Rochi fue uno entre la gran lista de maestros que acogieron a Goku en las diferentes temporadas de esta serie. La importancia de las enseñanzas que recibiría de cada uno de sus maestros es referida en un video titulado al igual que este artículo “Por qué Vegueta nunca logró superar a Goku”:
Goku tuvo de maestro a Rochi que le enseñó el “kame hama ha” con el cual logro vencer  a muchos de sus enemigos.
Además, entrenó con Kamisama y con Kaiosama que le enseñaron la “genkidama” y el “Kaio Ken” sin los cuales no habría podido vencer a Vegueta y a Freeeze.
Otros maestro le enseñaron la tele trasportación y en Dragon ball GT tuvo la ayuda del anciano supremo Kaio
Así las cosas, Vegueta nunca logró vencer a Goku debido a que él carecía de maestro en sus entrenamientos. Claro, entrenaba fuertemente y sin embargo: nunca expandió sus límites por falta de conocimiento nuevos y tampoco expandió su repertorio de lucha al no tener compañeros de entrenamiento.


 Investigación y docencia en la trasformación del País

El 21 de julio de 1994 diez de las mentes más brillantes del País presentaron una propuesta para transformar la educación y así aportar a la trasformación de algunas tristes realidades de Colombia. El resultado de esta reunión fue un informe titulado “Colombia al filo de la oportunidad”. 20 años después resulta necesario preguntarnos por las condiciones actuales de la educación y los cambios que se han realizado en pro de abrazar esta propuesta. Es decir, convertir la educación en un elemento central de la fórmula que permite sacar a una nación de las condiciones de desigualdad y pobreza históricamente heredadas.   
Por supuesto, en el centro de este debate se encuentra la responsabilidad que tiene las universidades como condición para el cambio o la preservación de esta realidad. Aspecto importante. En particular, considerando que a menudo se habla del fracaso de nuestro sistema educativo. El más claro argumento es el hecho de que grandes artistas, científicos y pensadores del mundo "fracasaron" en la escuela. Albert Einstein, Steve Jobs, García Márquez, por mencionar solo algunos de estos genios y exitosos en diversos campos, no lo fueron en la escuela. Seguramente, la lista es más larga. Ahora, parece que esta fórmula se aplica igualmente a la inversa (es decir, pocos de nuestros estudiantes exitosos tendrán éxito en el mundo “real”). ¿Qué ocurre entonces?
Por un lado, la explicación más popular señala la incapacidad de la escuela para corregir aspectos fuertemente arraigados de nuestra realidad; esto por representar sólo una de las instituciones (y posiblemente la menos atractiva) que se ocupan de la socialización de las nuevas generaciones. E incluso, se suma a esto el abandono presupuestal al cual somete el Estado a la educación pública en la actualidad. Como resultado, tras un primer momento de optimismo la situación se invierte brindándonos una relación pesimista de las posibilidades de la educación en la trasformación del País. Por supuesto, existen fundamentos para esta interpretación. Con todo, no siempre es la falta de escuelas el problema, y sí la calidad de la educación. Es más, sobre este aspecto el sociólogo cubano Alain Rodríguez ofrece una aproximación diferente y digna de mención al recordarnos que equiparar educación con institucionalidad, es decir, con la falta de maestros y escuelas, es negar que todos tenemos un protagonismo incuestionable en la trasmisión de conocimiento. (Rodríguez, 2010)
Por esto es pertinente buscar otras explicaciones para el fracaso de nuestro sistema educativo. Al respecto, se suelen criticar las relaciones que en la actualidad mantiene las universidades con la realidad, especialmente, cuando generan profesionales sin la capacidad de conseguir crear puentes entre la realidad y el mundo de la academia. Una situación en la cual nuestras instituciones educativas se asemejan cada vez más a la extravagante sociedad que el escritos irlandés Jonathan Swift imagina viviendo Academia de Lagado, una isla voladora donde sus habitantes ocupan todo su tiempo en una actividad intelectual obsesiva sin objeto y en proyectos absurdos, algo llamado ciencia. Sobre el tema, Estevan Krotz afirma que la ausencia de producción de conocimiento científico en las universidades latinoamericanas y, particularmente, nuestra incapacidad para producir conocimiento científico social con dos situaciones. Primero, nuestras universidades tiene un objetivo diferente a generar conocimiento, su objetivo es producir egresados. Segundo, sus egresados son usualmente preparados por profesionales que tampoco participan en la generación de conocimientos y que enseñan simplemente a “aplicar” conocimientos procedentes de otras partes del mundo. Ciertamente, es alarmante que en esta fórmula ambas situaciones sean resultado de las condiciones que ellas mismas originan, profundizando aún más  el vacío de conocimiento científico, resultado y causa a partir de la cual se perpetúa esta situación.
Es más, la situación de Colombia es compartida por otras naciones que arrastran desde tiempo atrás problemas culturales sociales y económicos que entorpecen su desarrollo. (Yao, 2014) Algunos de los más evidentes se presentan a continuación:
         La investigación científica no es apoyada, como resultado países extranjeros extraen los recursos naturales pues en el país no hay o no se promueven conocimientos para esto.
         La educación no es preponderante en los planes del gobierno.
         La investigación social es escasa en aspectos relacionados con nuestras culturas, expresiones artísticas y formas de desarrollo éticos/locales.
         El racismo, la desigualdad social y discriminación sigue siendo una barrera para el desarrollo.


Formación científica: Relaciones entre saber y saber hacer

Las relaciones entre saber y saber hacer son ciertamente complejas. Sobre esta situación los ejemplos abundan en el campo de la medicina. A los hechos me remito:
En 1630 fue fijada una placa a un muro de Milán (ciudad de Italia) como escarnio público de los acusados de extender la peste por la ciudad, esta placa afirma lo siguiente: “Aquí en este espacio se encontraba la bodega de Gian Gaicomo Mora que con la complicidad de Güigielmo Piaza, comisario de sanidad pública y de otros conspiradores en el furor más atroz de la peste preparándolo un ungüento mortal y asperjándolo - esparcir en menudas gotas un líquido- procuraron un atroz final a muchas personas” (al respecto es necesario recordar que este hecho tiene lugar siglos antes de la teorías microbianas). Asimismo, desde tiempos antiguos el suministro de agua de las ciudades sitiadas fue contaminado con desechos y carcazas de cadáveres putrefactos o arrojando a los enfermos en ellas, esto como una forma de eliminar al enemigo.
Casi 200 años después, los discurso de algunos higienistas colombianos culparon a las nocivas influencias que el medio no higienizado e indomesticado ejerce sobre los procesos fisiológicos (entre esto la presencia de mendigos en las calles), como el origen de ciertas epidemias; claro ejemplo de la persiste de la teoría Miasmática a pesar de la difusión en Colombia de la teoría microbiana de Luis Pasteur; se pensaba según esto que: “las enfermedades agudas, febriles, purulentas y contagiosas, eran producidas por los miasmas, partículas pútridas que surgían de la tierra en descomposición y provocaban la corrupción del aire, envenenándolo. Esta misteriosa materia insalubre se pegaba luego de persona a persona, o del animal a los seres humanos, por el aliento o por el contacto físico y, de las personas se adhería a las cosas y viceversa, tal como se pega a ellas el perfume (según decía Ambrosio Paré)”. (Quevedo, 2004: 87)
En resumen, saber y saber hacer (a pesar de ser las dos caras de una misma moneda) no se encuentran siempre asociadas.  
En nuestro contexto esta disociación entre ambas realidades es evidente. El profesor alemán Robert M. Zingg desarrolló los conceptos de “cultura genuina” —que es armoniosa y equilibrada— y “espuria”, considerado esta última como aquella en la cual por acción u omisión se priva a los seres humanos de la posibilidad de cultivar plenamente sus potencialidades y medios necesarios para lograr sus metas. Nuestra cultura científica escolar puede ser fácilmente caracterizada como “espuria”. Ciertamente, esto no significa una ausencia de cultura científica y responde mejor a malas prácticas educativas, creencias y acción establecidos por la costumbre, donde la realidad cotidiana no representa ningún interés. Sobre el tema, el científico genetista colombiano Emilio Yunis Turbay afirma que la investigación científica no es un aspecto central en nuestras vidas, es marginal.
Las relaciones Ciencia, Tecnología y Sociedad se encuentran, como resultado,  oscurecidas por la presencia de mitos (Frankenstein, el aprendiz de brujo, Prometeo, Los supersónicos, etc.) y es desde estas ideas que se consideran sus consecuencias para la humanidad como negativas o ingenuamente utópicas. Así, prevalecen sobre  la Ciencia los siguientes presupuestos:
a)         Una visión optimista de los avances en ciencia y tecnología a causa de la certeza de sus posibilidades para conducirnos inequívocamente al “progreso” y a la posible solución de todos los problemas (la vejez, la enfermedad, la esclavitud, la muerte).
b)         La ciencia y la tecnología son consideradas como fuerzas destructoras y con un componente inevitable de deshumanización en las condiciones de existencia propiamente humana.
d)         Se cuestiona la C&T por sus resultados negativos en la trasformación de la realidad y meramente instrumentales; un enjuiciamiento moral que no está dirigido a la ciencia en sí sino a sus usos y aplicación, es decir, la tecnología.  

Las universidades tienen una gran responsabilidad frente a esta situación. Se explica entonces que para Ramón Muñoz Chápuli (Catedrático de la universidad de Málaga, España) sea lamentable que nuestras universidades se estén convertido en lugares donde se asiste a “tomar apuntes, se vuelve a devolver los apuntes en exámenes y se va con un título”; es decir, el precio de haberse convertido en escenarios con carácter exclusivamente profesionalizante. Así, es evidente que esta desarticulación entre la producción de conocimiento científico y la enseñanza universitaria es cara en el sentido pedagógico. Acaso el aspecto responsable de que el amor al conocimiento, que debería profesar la educación superior, sea considerada algo excéntrico (Wiesenfeld & García, 2009); antes que una alternativa del cambio social. En resumen, es urgente cambiar las condiciones que en la actualidad limitan la participación de las universidades en la producción de nuevos conocimientos y revertir éste en la trasformación de la realidad. Especialmente, al ser la educación el principal mecanismo para dinamizar la productividad y la mejorar manera de lograr la equidad social, según nos recuerda el Antropólogo y exalcalde de Bogotá Antanas Mockus.

Reflexiones finales:  

Aristóteles posiblemente fue uno de los primeros filósofos en reconocer que tener conocimientos de ética y ciudadanía no hace necesariamente a alguien una buena persona o un buen ciudadano (esto, considerando que la ética y civismo corresponde a valoraciones que se hacen como reflexión sobre la acción y no a un conjunto de instrucciones a las que se deba ajustar el comportamiento humano). Es más, es poco prudente considerarlos como tal. Así las cosas, la educación ética y ciudadana son solamente una orientación para la vida y acción en la realidad social.  
Ciertamente, existen dudas acerca de las posibilidades de la educación en la trasformación de la realidad social y el comportamiento promovido por las otras instituciones de socialización. Esto, considerando que en la universidad, como en la propia vida, una cosa son los valores declarados otra los practicados, afirma el Profesor Víctor R. Martín Filorino (2012). Ciertamente, los autores del informe “Colombia al filo de la oportunidad” no compartían estas dudas y ellos deberían ser nuestros mentores.


BIBLIOGRAFÍA

FEIXA, Carles. Escuela y cultura juvenil: ¿matrimonio mal avenido o pareja de hecho? En: Revista Educación y ciudad, N° 18. Revista del Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico, Ed. IDEP, 2010, Pp. 7 -19
KROT, Estevan. La generación de teoría antropológica en América Latina: Silenciamientos, tensiones intrínsecas y puntos de partida. En: Magurare. Revista del departamento de antropología. No 11 -12. Ed. Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 1996, Pp. 25 -39
MARTÍN FIORINO, Víctor R. Universidad socialmente responsable: Universidad éticamente inteligente. Megatendencias sobre la vida, lo humano y el futuro. En: Opción, vol. 28, núm. 68, mayo-agosto. Ed. Universidad del Zulia: Maracaibo, Venezuela, 2012, Pp. 233-240.
QUEVEDO V., Emilio. Cuando la higiene se volvió pública. En: Revista de la Facultad de Medicina-Universidad Nacional de Colombia, 52(1), Enero-Marzo, 2004. Pp. 83-90.
RODRÍGUEZ, Alain. La cultura en el desarrollo. En: Antropología y desarrollo. Encuentros y desencuentros. COLECCIÓN PUNTO DE PARTIDAS. Centro Nacional de Superación para la Cultura. La Habana, 2010. Pp. 11 -121
WIESENFELD, Kurt & García, Leonardo. (2009). Cómo se consiguen las buenas calificaciones. En: REVISTA Universidad EAFIT. Vol. 45. No. 156, octubre, noviembre, diciembre 2009
YAO, Jean-Arséne, Cultura y emergencia en África Central: Una aproximación teórica. Humania del Sur. Año 9, N° 16. Enero—Junio, 2014. Pp. 119—130

CIBERGRAFÍA: 

Curiosidades Dragon ball porque Vegeta no supero a Goku.  Publicado en el enlace: https://www.youtube.com/watch?v=YP6qFPgrt_8
Finanzas Personales Las lecciones de vida que usted nunca creyó aprender de Dragon Ball. En: http://www.finanzaspersonales.com.co/hogar-y-familia/articulo/las-lecciones-vida-usted-nunca-creyo-aprender-dragon-ball/56189
Conferencia del científico colombiano Emilio Yunis Turbay - Perspectiva actual de la ciencia en Colombia. Para la Cátedra Ciencia y Libertad en la Universidad de Medellín. 2014. En el enlace: https://www.youtube.com/watch?v=2fEjLu1G9lw
Conferencia “Determinismo Biológico. No culpen a los genes”, impartida por el catedrático de zoología de la Universidad de Málaga Ramón Muñoz Chápuli. 2013. En el enlace: https://www.youtube.com/watch?v=FzV-UJh4d44